REFLEXIÓN PARA NAVIDAD

 

 

 

NAVIDAD 2021-2022

 

 

Como es costumbre en la parroquia el domingo anterior a la Navidad organizamos el comienzo a través de un pregonero que nos anuncia la pronta inminente venida y nacimiento de Jesús.

 

Este año tendremos de pregonero en nuestra parroquia a Alberto.

Será el domingo día 19 de diciembre al finalizar la misa de 12:30.

 

 

 

 

 

 

PREGÓN DE NAVIDAD

 

 

 

¿QUÉ ES PARA MI LA NAVIDAD?

 

Hoy voy a aprovecharme de un recurso literario y cinematográfico en el que un personaje es visitado por su pasado, su presente y su futuro en época navideñas, para intentar dar respuesta a esa pregunta.

 

Lo primero que voy a hacer es sacar al niño que aún llevo dentro, y que todos nosotros llevamos dentro aunque quede más o menos lejos, porque la edad no es la que marca al niño que llevamos dentro, si no la ACTITUD. Y claro me vino a la cabeza la respuesta es fácil y predecible… comidas, cenas, fiestas, regalos y familia. Bien, claro, eso es lo fácil. Pero si hay algún recuerdo de mi infancia que marque la Navidad es mi familia.

 

 Montábamos el árbol, el Belén, escribiamos la carta a los reyes magos... Me acuerdo especialmente de mi padre, seguramente junto con las vacaciones de verano, era el momento del año en el que podía verle más tiempo. Me encantaba ir con él a visitar a los clientes y todo era ALEGRÍA, y me pregunto hoy, ¿es eso la Navidad?

 

Los años fueron pasando y, ya más joven, recuerdo que la Navidad era montar el Belén. Yo en mi juventud estuve muy relacionado con una parroquia en Salamanca y eramos los jóvenes los que preparabamos el Belén, con su río de agua natural, con sus nubes, con su decorado, con sus luces, con sus figuritas,… y resulta que todo era ALEGRÍA, y me pregunto hoy, ¿es eso la Navidad?

 

Después llegaron los años “de la mayoría de edad y de la carrera” y la Navidad eran fiestas, brindis, gorros de Papá Noel, cenas con los amigos, ir a los cotillones,… y resulta que todo era ALEGRÍA, y me pregunto hoy, ¿es eso la Navidad?

 

Voy a dar el salto al futuro ya que una de las cosas que más me sorprendía ver en las personas mayores, al ser niño, es ¿cómo no podían estar ALEGRES si era Navidad, con sus luces, adornos, regalos, dulces, comilonas, etc.? Todo lo necesario para disfrutar sobradamente. Y claro, con el paso de los años te das cuenta que cuando falta alguien con quien has compartido los momentos más alegres de tu vida, el volver a revivir la alegría sin esas personas genera tristeza. Y me pregunto hoy, ¿es eso la Navidad?

 

Y ahora voy al presente, pues me casé y tuve a los pequeños, que son la ALEGRÍA de la casa, pues claro ¿a quién no le hace ilusión un niño recién nacido? Todo el mundo los quiere coger, todos los quieren abrazar, todos quieren empujar el carrito y hacerles regalitos. Y me pregunto hoy, ¿es eso la Navidad?

 

He repetido la pregunta de si esas cosas que he enumerado son Navidad realmente la Navidad. Y creo tener mi humilde respuesta: SÍ, TODO ESO ES NAVIDAD, pero no sólo.

En resumen, la Navidad para mí son 3 cositas: alegría, actitud y compromiso.

 

La Navidad son las luces, son las fiestas, son los belenes, son los árboles, pero sobre todo es un niño recien nacido. Un niño que no tenía donde nacer porque no le dejaban sitio en las posadas, un niño fruto del amor, pero, ¡de qué amor!, del AMOR DE DIOS, ni más ni menos, y en mayúsculas. Es Dios que viene a la tierra.

 

Imaginad todo lo que se prepara en una ciudad o en un pueblo o en una parroquia cuando  alguien importante viene, y en Navidad el viene, el que nace es Dios y es nuestro SALVADOR. Es el niño que vino (y viene cada año) a abrirnos el cielo y a renovar las promesas de DIOS. POR TODO ESTO ES ALEGRÍA. Cuando tenemos una enfermedad y nos dicen que se puede tratar, incluso curar, nos ponemos ALEGRES, para mí la Navidad es la Alegría de tener un tratamiento, una cura, en nuestra vida: “LA SALVACIÓN”.

 

Recordáis que os he hablado de la tristeza de la falta de nuestros seres queridos, sé que es difícil, lo es para mí también, pero todas y cada una de las personas que hemos tenido a nuestro lado, las ha puesto Dios y debemos, no estaría bien ni sería recomendable, debemos estar alegres porque durante unos días, meses, años… en resumen, en nuestra vida han compartido con nosotros sus vidas y ahora están junto con el Padre, ALEGRES, en una Navidad eterna. Y aquí viene la segunda de mis palabras claves: la ACTITUD. Nadie de nosotros va a estar alegre si no queremos, si no nos dejamos llenar de todo lo bueno, que es más que lo malo, de lo que nos rodea. No dejemos de dibujar una sonrisa tras la mascarilla, no dejemos de echarnos gel y dar la mano a quien la necesita, no seamos pesimistas en el dolor y la enfermedad porque nuestra alma está salvada. Si queremos podemos. Es la ACTITUD, el camino, la ganas.

 

Y si podemos… entonces no nos queda duda, que si podemos entonces debemos. La tercera palabra que defina la Navidad es el COMPROMISO. De nada sirve poner un belén, beber, brindar, celebrar,… si de fondo no somos parte de la misión que Dios empieza cada año en Belén. Para ser salvados, hay que querer salvarse y para salvarse hay que buscar el camino, con actitud, y compromiso. Os invito a comprometeros con algo, con alguien,… en el fondo con cada uno de vosotros para ser mejores personas, mejores amigos, mejores padres, hermanos, hijos,… en resumen, mejores CRISTIANOS. Y ser cristiano es lo que da verdadero significado a la Navidad. DIOS NACE EN TODOS.

 

¡FELIZ NAVIDAD DE TODO CORAZÓN!