NAVIDAD

NAVIDAD. La palabra NAVIDAD significa “NATIVIDAD DE JESÚS” el nacimiento del NIÑO DIOS.

¿Qué es para mí la Navidad? Si echo la vista atrás la Navidad era días de alegría y felicidad. Vengo de una familia de siete hermanos, por estas fechas nos encantaba ir al monte a por musgo y mi padre nos preparaba el belén, en un rincón de la cocina, cerca del portal ponía una luz para que viéramos al NIÑO JESÚS, él decía que era lo más importante. Recuerdo que el día de NOCHE BUENA, cenábamos pronto para ir a la misa del gallo, al salir de la misa las campanas de la Iglesia no paraban de tocar, la gente se felicitaba, cantaban villancicos contentos porque había nacido el NIÑO JESÚS celebrábamos su cumpleaños, hoy día celebramos las NAVIDADES pero no cantamos cumpleaños feliz.

Esas NAVIDADES se han ido, todo es distinto la sociedad ha cambiado nosotros también hemos cambiado, hasta las tarjetas de NAVIDAD vienen con dibujos sin vida y frases que son recetas de cocina.

Determinados valores cristianos parecen desvaídos estos días, como pintores de agua. Si en la vida familiar, por esa dejadez que se nos ha impuesto o que por discreción cristiana hemos dejado que otros valores se impongan, ya no hay ese instante de acción de gracias, de sencilla oración de reconocimiento del MISTERIO DE BELÉN antes de la cena.

Si ya no encendemos la vela de la paz, si todo queda en viandas extras o en regalos innecesarios………nosotros los cristianos mantengamos la tensión interior y el recuerdo agradecido desde el corazón. Volvamos la mirada hacia DIOS, y digámosle todo aquello que nos inquieta, aquello que nos desazona y angustia y démosle gracias por que ÉL está ahí esperándonos después……sigamos cenando sin despilfarro, conversando sin litigios, porque son muchos los que estas noches y la de muchos días más no tendrán un trozo de pan o turrón, trozo de carne o una simple sopa caliente que alimente su hambre. Mientras nosotros quizá derrochemos tontamente.

VIVIR LA NAVIDAD

Como siempre los grandes centros comerciales nos recuerdan con sus estrellas eléctricas y sus adornos vacíos, unas navidades ficticias colmadas de consumismo y vacías de lo esencial.

Nosotros los cristianos, debemos de estar atentos para no dejarnos llevar por este artificial resplandor que nos aparta del auténtico sentido de la Navidad.

Hace más de 2000 años en medio de la noche nació nuestro Jesús, pobre entre los pobres aun siendo el Hijo de Dios. Sus padres María y José también tuvieron que viajar a tierras lejanas por orden del emperador Cesar Augusto, para cumplir con el censo. Hoy también muchas familias tienen que abandonar su tierra por la guerra y el hambre.

La Madre de Dios, María, no tiene lugar para poder dar a luz a su hijo. Se ve obligada a hacerlo en un pobre corral, rodeada de animales. Allí nació el Redentor del mundo. Hoy muchos niños nacen sin casa y sin protección, en una pobreza extrema.

Jesús niño, corre peligro por la amenaza de Herodes, sus padres tienen que partir a un país extranjero, como miles de niños que huyen con sus familias de la miseria, perseguidos por los nuevos Herodes que les mata de desnutrición, sin respeto ni dignidad…en definitiva por falta de amor.

Seamos conscientes de lo que nos regaló Dios haciéndose niño…un amor tan inmenso, que tenemos que repartir, dándonos sin condiciones, como los pastores de Belén le dieron al Niño su calor, su alegría…

Hagamos viva la Navidad, acogiendo al hermano que ha tenido que dejar su país, su familia, haciendo que no se sienta tan solo.

Calentemos la fría Navidad de los centros comerciales, dando calor de amor a nuestros mayores, compartiendo con ellos, estos preciosos días.

Pongamos alegría en cada rincón de nuestra casa, de nuestro barrio, porque nos ha nacido el Salvador y hay que celebrarlo.

Hagamos viva esta Navidad, llenando todos los rincones de Amor, siendo solidarios, compresivos y acogedores.

 ¡¡ FELIZ NAVIDAD EN CRISTO!!