Además de un grupo pequeño de voluntarias que toda la semanas, los jueves por la mañana de 9:00 a 10:30, limpian la capilla, el presbiterio, los salones parroquiales, los despachos y la sacristía.

También cada dos meses se invita a voluntarios de la comunidad parroquial que quieran colaborar para hacer una limpieza de todo el templo parroquial.

Este es el grupo que habitualmente acude a la limpieza. Lo hacen desde las 4:30 hasta las 6:00 de la tarde.

 

Desde aquí nuestro mayor agradecimiento a todas ellas, por esa labor callada y escondida y qué tan importante es para el buen hacer de la vida parroquial.