Aranda de Duero

Diócesis de Burgos

ADVIENTO 2019.-  TIEMPO DE ESPERANZA

 

Conforme van transcurriendo los días, se van haciendo más y más oscuros. Estamos en un tiempo donde la luz es más necesaria, la luz que da claridad a nuestra vida y la luz que nos dé también esperanza.

• Estamos un año más en Adviento, esperando a la luz verdadera que nos trae Jesús haciéndose hombre, con su nacimiento entre los más pobres. “Haciéndose niño, haciéndose Amor.

• La luz que nos trae Jesús en el tiempo de Adviento, es para iluminar cada oscuridad por la que pasamos, nuestras dudas, nuestras angustias, nuestros problemas... A través de ÉL la espera se llena de esperanza.

• Durante este tiempo se nos invita a profundizar en la palabra de Dios y estamos llamados ante todo a convertirnos en el reflejo de la luz de Cristo. El Adviento nos recuerda que tenemos que estar listos para encontrarnos con el Señor en todo momento de nuestra vida.

• Como el despertador nos despierta cada mañana, el Adviento nos tiene que despertar a todos los cristianos que corremos el riesgo de dormirnos con la rutina de la vida diaria.

• Tenemos a María como ejemplo de espera con amor, para ayudarnos en esta tarea.

• Celebremos preparándonos que nos nace un Salvador, preparemos nuestro corazón, abrámosle la puerta de nuestros hogares, y no hagamos caso a ese mundo que nos hace olvidar lo que realmente celebramos. QUE NACE NUESTRO SALVADOR. Prepárate. Él viene, ábrele la puerta y preparemos nuestro corazón como un auténtico pesebre para recibirle.

 

FELIZ Y CONSTRUCTIVO ADVIENTO

LECCIÓN DE LAS CUATRO VELAS

Las cuatro velas se quemaban lentamente. En el ambiente había tal silencio que se podía oír el diálogo que mantenían.

La primera dijo:

 -¡Yo soy la PAZ! Pero las personas no consiguen mantenerme. Creo que me voy a apagar.

Y disminuyendo su fuego se apagó rápidamente.

Dijo la segunda:

-¡Yo soy la FE! Lamentablemente a los hombres les parezco superflua. Las personas no quieren saber de mí. No tiene sentido permanecer encendida.

Cuando terminó de hablar una brisa pasó suavemente sobre ella y se apagó.

Rápida y triste la tercera vela se manifestó:

-¡Yo soy el AMOR! No tengo fuerzas para permanecer encendida. Las personas me dejan a un lado y no comprenden mi importancia. Se olvidan hasta de aquellos que están muy cerca y les aman. Y, sin esperar más, se apagó.

De repente…entró un niño y vio las tres velas apagadas.

-Pero ¿qué es esto? Deberíais estar encendidas, ¿Cómo voy a vivir sin paz, sin fe y sin amor?

Con los ojos brillantes, agarró la vela que todavía ardía… Y encendió las demás.

Entonces la cuarta vela habló:

-No tengas miedo, mientras yo tenga fuego, podremos encender las demás velas. -Yo soy la ESPERANZA.

¿ME PERMITES UNA PREGUNTA?

¿Somos nosotros motivos de esperanza para los que nos rodean?

DESPLEGEMOS LAS VELAS DE LA ESPERANZA, DISPONGÁMONOS A CAMBIAR EL CORAZÓN

...Y PREPARÉMONOS.

¡¡ESPERAMOS EL REGALO DE TU VENIDA SEÑOR!!

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